Quizás y sin darme cuenta a lo largo de los años (con lo mal que me sentí) me haya salvado la sonrisa. Es algo que me caracteriza. Gran parte de las personas que han pasado por mi vida dicen, que recuerdan mi sonrisa. Digo que quizás fue parte de mi superación y de haber resistido tanto tiempo mal, porque tiene una base científica, ¡¡¡si!!!

Hoy lo he oído de un médico especialista en el aparto digestivo, para mi ¡no tiene precio! ¿Por qué? Por que de este modo, aquellas personas que no escuchan a los terapeutas, que no somos médicos o psicólogos, van a tener el punto de vista científico de un médico experto.

Este médico se llama Mario Alonso Puig. Se dedica a impartir conferencias y seminarios sobre liderazgo, creatividad, innovación empresarial y gestión del cambio.

¿Qué aporta de nuevo Mario Alonso?

Pues te cuenta como una sonrisa es capaz de cambiar el comportamiento de tu cerebro, mandando “señales” a las células que hacen que cambien su forma de actuar, haciéndote sentir bien.

La ciencia  ha ido demostrando paulatinamente como el cuerpo físico responde a tus emociones y cómo esas respuestas pueden llegar a causar o sanar enfermedades.

Estudios demuestran como la sonrisa, aunque  sea forzada, obliga al cerebro a adaptarse a la nueva situación de que todo está bien.

Sonríete a ti  mismo y a los demás. Aunque no sea fácil, aunque tengas dificultades en la vida es esencial. ¡Esboza esa sonrisa!  no esperes más.

El Dr. Alonso recomienda poner una sonrisa en tu cara,  a pesar de la situación que tengas. Porque, a pesar de no ser la auténtica sonrisa de Duchenne, la musculatura de la cara está conectada al cerebro. Cuando este percibe una sonrisa, aunque sea fingida,  reacciona creyendo que las cosas están bien o mejorando, entonces el cerebro cambia de forma refleja.

De verdad, por muy fingida que sea tu cerebro empieza a cambiar, ya que la tristeza, la desesperanza, etc son estados mentales. Con lo cual, si el cerebro capta una sonrisa, cambia el estado mental 

La ciencia, a través de sofisticados aparatos ha descubierto que el área prefrontal izquierdo es la base de las emociones positiva. Cuando pensamos en positivo, cuando tenemos buenas emociones, ilusiones, etc este área aumenta de tamaño teniendo mayor plasticidad. Esta expansión tiene dos efectos:

• Reducción del miedo, porque ejercen una actividad inhibitoria de la amígdala encargada de activar el miedo. Lo que se traduce en que vives más tranquilo y con menos miedo, más confiado.
• Estimula el sistema inmunológico. Aumenta los linfocitos y leucocitos, es decir, todas aquellas células que te defienden contra  infecciones, virus, bacterias y tumores.

La Epigenética, también te demuestra que los  estados emocionales afectan a tu material genético. Así ciertas hormonas se movilizan durante situaciones de emoción intensa, interactuando  con las membranas de las células, que tienen acceso al material genético y hacen que unos genes se queden dormidos y otros despierten. Lo que quiere decir que las emociones alteran el comportamiento de las células. Por ello se afirman, que las células que se creían inmodificables, se puede modificar a lo largo de la vida a través de las emociones que vivimos.

Lo que se traduce en que  lo que sentimos en cada momento es determinante para tu estado de salud actual y futuro. Igual que se sabe de la existencia de enfermedades físicas causadas por el estrés negativo.

Esto te hace reflexionar sobre  la capacidad que tienes de controlar tu mente. Esforzándote por aprender a modificar tus emociones negativas y cambiarlas por emociones positivas.

Así que concluyendo te doy un consejo, SONRIETE CADA MAÑANA (en el espejo) Y A TODA PERSONA CON LA QUE TE CRUCES A LO LARGO DEL DÍA.

No solo te sentirás tu mejor, ayudarás a que otros se sientan mejor y estarás más guapo o guapa 

Y hoy, el final de mis post tiene más relevancia que nunca…

“Que tu sonrisa te acompañe y se feliz…” y ya sabes que si no lo puedes conseguir en RONEM terapias te podemos ayudar.