Pocos árboles tendrán tantos usos y aplicaciones como el pino, el cual se expresa a través de diferentes y variadas especies botánicas, el pino nos ofrece con su madera soporte para vigas y entramados, toda suerte de utensilios, alimento con sus piñas, belleza en parques, jardines y montañas; grato, fresco y profundo aroma en bosques y caminos.
El pino es un árbol de hojas perennes con formas aciculares. Se sitúa en zonas de altura en las montañas más allá del estrato de robles y otros árboles de hoja caduca. Puede medir entre 25 y 40 metros y para ver su copa hemos de mirar hacia arriba, hacia el cielo. Una de las especies más comunes en nuestros bosques y con más usos medicinales es el pino silvestre.
Pero sobre todo el pino nos regala con sus múltiples aplicaciones medicinales que parten de las diferentes materias vegetales que de él se obtienen:
El pino contiene en su interior una alta proporción de aceites esenciales y resinas así como una gran riqueza en antioxidantes para protegerse de la intensa exposición al sol.
Estos componentes aromáticos tienen una poderosa acción como antisépticos respiratorios, bactericidas, antitusígenos y expectorantes, por lo que poseen amplias aplicaciones en diferentes patologías de las vías respiratorias como procesos catarrales, tos, faringitis, bronquitis, así como en afecciones dermatológicas en dermatitis, heridas y quemaduras.
Hojas de pino: Sus hojas, llamadas también acículas, tienen forma de aguja, ya que de este modo evita perder agua por evaporación, ya que han de soportar temperaturas extremas, un fuerte calor en verano y gélidos fríos en invierno. Las hojas de pino se pueden recoger en verano y secar y con ellas realizar infusiones, vahos e inhalaciones.
Yemas de pino: Al comienzo de la primavera están cargadas de resina y aceites esenciales y forman parte de numerosos preparados para tratar las vías respiratorias por su acción antiséptica y balsámica.
Aceite esencial de pino: Se obtiene a partir de las hojas o acículas de pino por destilación de las mismas. Actúa como antiséptico respiratorio, además por su poder calorífico también se emplea como antirreumático. Activa la circulación y se utiliza también como tonificante en preparaciones capilares.
Resina de pino: Cuando el pino tiene algún accidente en su corteza o sufre algún corte en la misma, debido a una tormenta o al fuerte aire, emite a través de esas grietas o roturas una sustancia pegajosa, una gomorresina, que en principio aparece como una secreción fluida y espesa pero en contacto con el aire se resinifica y se vuelve sólida, pareciendo casi un cristal; si la tocamos es algo pegajosa. Esta sustancia es una sustancia curativa para el propio pino al que le sirve para sellar ese corte o herida en su corteza. La resina de pino tiene aplicaciones industriales (pinturas y barnices), sobre todo en el pasado, y también medicinales: como antirreumática sobre todo por su efecto rubefaciente.
Aceite esencial de Trementina: Se obtiene a partir de la resina de pino por destilación al vapor. Es usada como disolvente de pinturas, aunque actualmente se utilizan derivados sintéticos. La trementina es útil por sus propiedades balsámicas, emoliente muy potente y eficaz, antiséptico, antirreumático, diurético y depurativo. Aplicada en inhalaciones tiene probada eficacia en las afecciones de tipo respiratorio, tales como bronquitis y asma. Es igualmente útil contra resfriados, rinitis y sinusitis. Posee acción revulsiva de los tejidos, especialmente adecuada en dolores reumáticos y musculares, también en caso de contracturas o contusiones.
Brea de pino: Del pino también se extrae un alquitrán o brea vegetal que tiene aplicación externa como suavizante de la piel, y en afecciones dérmicas o inflamaciones crónicas, tales como micosis, parasitosis, eccemas, psoriasis, etc.
Polen: El polen de pino es rico en fito-andrógenos que estimulan la formación de testosterona contribuyendo al aumento de la energía y la vitalidad y a retardar el proceso de envejecimiento en nuestro organismo.
Piñones: Constituyen una fuente muy interesante y completa en nutrientes sobre todo de grasas saludables poliinsaturadas y monoinsaturadas. Su contenido en vitaminas A, C y E le confieren acción antioxidante; además posee vitaminas del grupo B (B1, B3, B9), así como minerales especialmente hierro, magnesio y Zinc.
Flor de Bach: La flor de pino es una de las 38 flores de Bach y está indicada para el estado emocional relacionado con el sentimiento de culpa transformando este sentimiento en autoperdón. Quizá el pino se sienta culpable porque debido a la acidificación que producen sus hojas en el suelo no deja crecer a otras plantas.
Pino y ecología: Debido a la explotación para el uso maderero del pino y a su rápido crecimiento respecto a otros árboles de hoja caduca, se han plantado y repoblado muchas áreas de bosque que corresponderían a un estrato de crecimiento más bajo habitado habitualmente por árboles de hoja caduca como robles, lo que favorece incendios y da lugar a una acidificación y empobrecimiento del suelo. Los pinos contienen resina y esta arde, por lo que es más fácil que se propague un incendio en un bosque de pinos que de robles. Otro problema añadido es que si el pino estuviese en su nivel natural a mayor altura con más frío, sería más difícil el desarrollo de la plaga de la procesionaria que podemos observar en esa especie de formaciones blancas y algodonosas en los pinos, ya que no resisten las heladas y el frío intenso. Para eliminarlas se procede a fumigaciones con pesticidas que producen daños medioambientales.
Simbólicamente las piñas del pino aparecen en capiteles de iglesias románicas y góticas y se relacionan con la abundancia, la fertilidad, la prosperidad, la riqueza y la unión del pueblo.
Palmira Pozuelo
(Farmacéutica Naturista)
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