"La búsqueda espiritual sólo conduce a la frustración, ya que lo que se busca es idéntico a lo que se está buscando. Queremos finalizar la búsqueda sin darnos cuenta de la deslumbrante evidencia de que toda búsqueda implica la existencia de algo que debe ser encontrado. En esa creencia, de hecho, se basa toda búsqueda.
Pero esa creencia, es en realidad, la misma búsqueda. ¿No es sorprendente que esa búsqueda perdura toda la vida?
Y con la búsqueda viene la identificación con “el que busca”. Toda búsqueda implica un buscador. Pero buscando el final del buscador, el buscador ignora la evidencia de que el “problema” reside en la búsqueda, porque toda búsqueda implica que ahora hay algo erróneo. La búsqueda implica una resistencia a lo que es, una resistencia que es idéntica al yo, a “mí”.
La búsqueda supone un futuro en el que el buscador acabe desapareciendo. Y entonces se busca desesperadamente esa existencia futura del buscador libre. Pero, mientras haya búsqueda, habrá un “yo” que busque, que es precisamente lo que la búsqueda pretende poner fin. Pero el que busca y el que se supone que “ve a través” están presentes ahora mismo, en este mismo instante, como pensamiento. Ésa es la única realidad que tiene la persona. Y, aun en el caso de que se pudiese alcanzar la liberación”, no podría, en modo alguno, ser realizada en este momento.
Esto es todo lo que hay y no es necesario futuro alguno para “ver a través de ello” ni para “realizarlo”. La misma búsqueda es, de hecho, la que implica que esto no está todo aquí y de que hay algo más. La búsqueda es la negación de la presencia absolutamente sencilla y evidente que es idéntica a este mismo momento.
Pero nosotros continuamos empeñados en la búsqueda, esperando el día en que seamos igual que esos tipos iluminados que hablan y hablan de la paz, del amor, de la alegría y del fin del sufrimiento, y que nos brindan un camino a seguir.
Pero la paz, el amor y la alegría ya están aquí, ahora mismo.
La paz, el amor y la alegría son muy simples.
Y se presenta como:
El latido del corazón.
El goteo del grifo.
El zumbido de la lavadora.
La respiración.
Los pensamientos que aparecen.
Una sensación de hambre.
Un ligero dolor de pecho y de estómago.
Y el murmullo de la televisión.
Este es el milagro que tanto nos hemos esforzado en buscar durante toda nuestra vida… y que siempre ha estado delante de nuestras narices."
Fragmento extraido del libro:
"Más allá del Despertar"
Autor Jeff Foster
Editorial Kairós