Animales: El Amor que les Restas es el Amor que te Quitas

¿Tienes un animal acompañándote? ¿Has pensado en tenerlo? Un perro, un gato, un ave, un pez, montar a caballo… Párate un instante a contemplar y a entender a ese ser que habita contigo o que pretendes traer a tu lado. Seres que te quieren por encima de todas las cosas desde algo que tú es muy posible que no alcances aún a practicar: el amor incondicional.

 

Esos animales absorben tu sufrimiento, tu ansiedad, tus miedos. Y tú ni lo habías pensado porque no consideras la capacidad que tienen de amar, de compartir hasta el extremo tu momento vital.

Ahora vamos a hablarte de cómo algunas personas trabajan para sanarles desde dentro. Terapias aplicadas ya con mucha normalidad en el humano que consiguen un efecto espectacular en las mascotas. Sanación holística como la que practica Lidia Lucena en animales enfermos de estrés, de ansiedad, de miedo, desequilibrados, que comen mal, están inquietos, agresivos, desarrollan enfermedades… como las personas que les rodean.

Párate y empieza a escucharles no como seres inferiores, sino de igual a igual. Su voz es la de la maestría.

Aquí comienza este viaje de aprendizaje.

 

lidia con perro

“Trabajo con animales que tienen una enfermedad o problemáticas de conducta, de comportamiento. Normalmente, se acude a un veterinario y muchas veces la medicación daña y no funciona como se espera. He colaborado activamente con clínicas veterinarias y con muy buenos resultados; de hecho, hago una llamada desde aquí a los terapeutas para que se acerquen a estas clínicas y trabajemos en equipo“. Lidia Lucena utiliza las Flores de Bach y el Reiki en casos muy concretos, estos:

“Mi experiencia –cuenta– es así: cuando el ser animal llega con una patología es porque su entorno está pasando por un momento de dificultad. Vienen tristes, muy tristes, con una tristeza absoluta; o muy nerviosos, desequilibrados de su normal ser, fuera de sí; con alergias por todo el cuerpo; vienen que no pueden más, avisando de que algo pasa. Todas estas terapias que yo pongo en práctica actúan encontrando la CAUSA, no como los medicamentos que tapan y tapan; si se encuentra la causa –subraya Lidia– no se repite“.

Es más: no será el primer caso (ni el último) en que a Lidia Lucena le sucede esto: el dueño llega con su mascota enferma… y acaba dándose cuenta de que el enfermo es él. “Sí, y me dicen: ‘¿podría probar yo también con las Flores de Bach o el Reiki’? Yo les digo: ‘Sí, claro que sí’. Empiezan a entender que los animales enferman por todo lo que absorben y transmutan de nosotros“.

lidia con loro

Entonces, ¿hay algo que podamos hacer? Claro que sí. Lo vemos:

 

MÍRALES A LOS OJOS

Así de sencillo… y de complicado. El diálogo con ellos de igual a igual es el modo más efectivo de entender, de verles… de entenderte tú, de verte tú. No olvides que son maestros que te acompañan y reflejan de manera certera lo que te está sucediendo. Si tienes un animal a tu lado, esto ya la sabes, ¿no es cierto?

Se les ve que no son felices. Mi consejo es éste: sácalo, juega con él, dedícale tiempo. Estos seres animales están aquí para enseñarnos el amor incondicional, son una guía que tenemos. Y hazlo de igual a igual, no desde un plano superior. La ansiedad y el estrés que desarrollan es porque no reciben amor ni el cuidado que merecen. Y mírales a los ojos, en silencio, todos los días un poquito con ellos en una conexión de alma a alma, desde el corazón; entonces, vas a entender, vas a comprenderles porque todos tenemos esa capacidad de comunicarnos con estos seres animales. Un ejercicio de amor cada día, éste es mi consejo.

Está más que demostrada la capacidad sanadora de los animales, más que comprobada una y mil veces sin error. En las personas mayores, para ayudar en esa soledad que muchos enfrentan cada día; en losniños, como el amigo fiel capaz de despertar en ellos todo tipo de capacidades. Después, los grandes sanadores: los delfines poderosos, que desarrollan estados casi mágicos de telepatía con el ser humano, generando en el hombre un bienestar absoluto; o lo caballos, que nos ayudan a volver al equilibrio personal y anímico.

lidia con caballo

Tenemos que amarles –insiste Lidia– y así sanamos todos. Ellos nos eligen porque nos van a acompañar en este camino, pero necesitan libertad, el contacto con la naturaleza”.

Darles cariño es otorgárnoslo a nosotros mismos; apoyar sus momentos de libertad es hacernos un poco más libres. No olvidarles es no olvidarnos. Reconocer que lo hicimos tantas veces es saber todas las veces que, también, nos olvidamos de nosotros mismos.

¿Empezamos ya a amarles? ¿Viramos nuestro barco hacia ese destino?

lidia con caballo 2

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